A los 83 años de edad, el poeta porcunense Eduardo Chiquero Puentes pone a la venta, hoy lunes, su primer libro: "Cosillas de Porcuna".
“Poeta de la tierra, de la vida campestre, de las dulzuras del hogar y de las gentes humildes. Un poeta que con sencillez y naturalidad, bien en prosa o en verso nos muestra facetas del alma humana a través del suelo y del aire de esta tierra”, así lo describe el prologuista de esta obra, Antonio Recuerda Burgos, Cronista Oficial de la Ciudad.
“Yo he querido mucho a mis escritos. Tanto, que los he llegado a considerar como hijos. Los quiero como se quiere a un hijo. Porque un hijo, sea como sea, es un pedazo de tu alma y de tu ser que nadie, ni la propia naturaleza, puede desmerecer ante tus ojos”, así muestra su obra el autor octogenario en la presentación que por respeto a la palabra no se atreve a llamarle libro, cuya motivación ha sido la de “llevar al recuerdo de nuevas generaciones las Cosillas de Porcuna, aquellas pequeñas historias del vivir cotidiano que con el tiempo han forjado el temperamento y la personalidad de nuestras gentes; y esto no podía dejarlo en el tintero, sería silenciar parte de la historia de mi pueblo, y nuestro pueblo tiene una tradición y nombre que hemos de mimar y conservar”.
La obra, que es una edición de autor con una tirada de 500 unidades, consta de 246 páginas divididas en cuatro capítulos, que incluye 9 cuentos, 45 relatos cortos, 40 sonetos y 35 rimas. En ella “palpita el espíritu de las gentes de Porcuna, el espíritu del labrador que tan bien conoce” evocando, con estilo sencillo y poético, su época de juventud y madurez, aquella Porcuna que retrata como nadie Antonio Recuerda de esta manera: “… sin vehículos en las calles, con el sonido de los cascos de las caballerías sobre el pavimento, con aquellos mulos cargados de mies verde que tan feliz hacía al chiquillo que lograba apoderarse de alguna espiga tierna de cebada, la Porcuna de las colas en las fuentes del agua, de las mujeres con el cántaro en la cadera, la de las mecedoras en la calle y las tranquilas tertulias de vecindad, la del toque del Ángelus a mediodía y el de la Oración a la caída de la tarde, que nos anunciaba que era la hora de compartir la ‘cosa caliente’ con nuestro padre recién llegado del rudo trabajo agrícola”.
Narraciones amenas y rimas claras, sentimentales, graciosas, cautivadoras, llenas de humorismo sano y gracioso, donde Eduardo se fija en las personas de su pueblo “para hablarnos de sus dolores callados, de sus luchas sordas, de sus amores silenciosos, de sus ansias latentes” para descubrirnos su belleza interior.
Eduardo Chiquero, este poeta autodidacta que tuvo el influjo de los clásicos, entre otros, Lope de Vega, Calderón, Góngora, Bécquer , pero sobre todo de José María Gabriel y Galán, se dio a conocer en 1956 con la publicación de los poemas “Bonica “ y “Penica”, más una fábula en la hoja parroquial “Arco”, para después proseguir su producción en los años sucesivos con publicaciones anuales en el Programa de Feria Real, que ahora se incluyen entre estas “Cosillas de Porcuna”. El prologuista nos cuenta que por estos años colaboró también en “La cosecha. Revista quincenal ilustrada del labrador español” con artículos sobre temas agrícolas. En 1959, fue premiado en el primer Concurso Histórico Literario de Nuestra Señora de Alharilla y, a partir de 1971, fue constante colaborador del Programa de la Romería de Alharilla. A partir de este año, participó activamente en la revista “El Candil. Lucecilla de la Cultura Popular”, creada por la “Asociación Juvenil Cultural Electra” y desde esa época hasta ahora no ha dejado de escribir.
Este libro, recompensa de una vida y vivo recuerdo de épocas pasadas que están en las mentes de muchos de nuestros paisanos, se puede conseguir en las librerías de la localidad al precio de 10 euros, siendo un texto imprescindible en las estanterías de nuestras moradas para que los más jóvenes puedan conocer la sociedad, cultura, trabajos y costumbres que les tocó vivir a sus padres y abuelos, que a buen seguro recordarán con nostalgia y pasión sus vivencias de antaño.