Pendientes del tiempo, Porcuna estalla de júbilo con la Romería de Alharilla
Pese al mal tiempo, miles de romeros acudieron el segundo domingo de mayo a la Romería de la Virgen de Alharilla, patrona de Porcuna, que se celebra alrededor de la ermita de la Virgen en la aldea del mismo nombre.
Después de la incesante lluvia de la tarde y noche del sábado, el día amaneció con nubes y claros, dando tregua para que el desfile de la cofradía saliera a la hora prevista desde el domicilio de los Hermanos Mayores, Manuel Cobo y Librada Quero, en la calle Comandante Franco de Porcuna, en torno a las 10 de la mañana. Con todo el esplendor que le caracteriza, la comitiva estaba conformada por una veintena de carrozas, 200 caballistas y cerca de 30 carruajes. Tras recorrer las principales calles del pueblo y recoger el estandarte de la cofradía, a su paso por la parroquia, el séquito puso rumbo hacia el santuario de la aldea de Alharilla llegando a la ermita dos horas después.
Una solemne fiesta religiosa se celebró en el templo de la patrona, con la asistencia de autoridades, Hermanos Mayores, Junta de Gobierno de la Cofradía, cofrades y fieles que abarrotaban el recinto eclesial. Después llegan las horas inmediatas a la salida de la Virgen, donde las comidas en grupo, el baile, el jolgorio y la alegría son las características del ambiente romero, que este año debido a la lluvia del día anterior se concentró en las casas de las aldea y en las casetas del llano, ya que fue imposible montarlas en los olivos que rodean la aldea. En la ermita se viven momentos de devoción con los cantes del Coro Alegría del Llano y la música de la Banda de Cornetas y Tambores Virgen de las Angustias.
Aunque dos horas de lluvia al mediodía hicieron presagiar lo peor. Pero sobre las tres y media de la tarde la lluvia cesó y el barro fue la nota dominante en las vestimentas de los romeros, que llegados desde Porcuna, pueblos del alrededor y municipios de la campiña jiennense, asistieron a la salida de la Virgen a las cinco en punto de la tarde, momento en el que la imagen aparecía en la puerta de su Santuario con su manto rojo bordado en oro y una atronadora salva de cohetes. Instantes de júbilo y gozo de los porcunenses y de todos los peregrinos congregados al ver de nuevo a la Santísima Virgen de la Alharilla a hombros de sus hijos.
Delante de la imagen discurrió la procesión por el llano de la aldea, abierta por las banderas, estandartes y bandas de música de las cofradías de Escañuela, Arjonilla, Arjona y Porcuna, con sus respectivos Mayordomos, cofrades y autoridades. Detrás, la imagen en su trono a hombros de sus anderos y alrededor todos los romeros que no querían perderse un momento con la Señora. En el Humilladero se repiten escenas de devoción del pueblo con vivas y cánticos a la Virgen. De camino a su ermita, el Coro Romero de la Hermandad le piropea con sus coplas y en casa Eligio, su viuda e hija la cubren de claveles desde su terraza. Con el templo abarrotado la despedida es inenarrable. La Virgen baila en su trono al son de las marchas de la Banda de de Cornetas y Tambores “Virgen de las Angustias”, que cada año le regala su música. Lágrimas, desmayos, vivas y alegría en grado sumo despiden a la Reina de la Campiña hasta otro año.
Las cofradías, con sus carrozas, carruajes, caballerías y todos los que no pernoctan en la aldea, emprenden el regreso hacia sus respetivos municipios. A las 9 de la tarde llegó la Cofradía de Porcuna al pueblo, organizándose a la entrada y despidiendo a los Hermanos Mayores en su domicilio, concluyendo así la Romería de este año. Aunque el día 1 de junio, la Patrona de la localidad, volverá a recorrer el llano de la aldea en procesión, esta vez a hombros de la mujeres, en la llamada Fiesta de las Flores.
