La Virgen de Alharilla sale de nuevo en la Fiesta de las Flores
Con el preámbulo de la novena y del rezo del Santo Rosario la noche anterior, el pueblo de Porcuna celebró ayer su popular Fiesta de las Flores, donde las mujeres portan en procesión a la Patrona de Porcuna, la Santísima Virgen de Alharilla. En esta romería, que se realiza siempre en el cuarto domingo de mayo, se volvieron a repetir momentos intensos de júbilo y fervor en la aldea de Alharilla.
La jornada comenzó en Porcuna a las ocho de la mañana con la reunión de romeros en la casa de los Hermanos Mayores, Manuel Antonio Gascón y su hija María, para media hora más tarde salir en comitiva hacia el santuario de la aldea, a 4 km. de la localidad, no sin antes haber recorrido las principales calles del pueblo. Con el acompañamiento musical de la Banda de Cornetas y Tambores “Virgen de las Angustias”, un centenar de jinetes, algunos carruajes y carrozas, así como una veintena de hermanos caminantes formaban el cortejo, que encabezaban los mayordomos, las banderas de la Cofradía y el estandarte de la Virgen.
Sobre las 10 de la mañana llegaba el séquito romero al llano de la aldea, momento en que comenzó una solemne fiesta religiosa y ofrenda de flores a la Patrona. Acto seguido, la Virgen de Alharilla a hombros de sus valientes anderas, aparecía majestuosa en las puertas de su ermita ante una multitud de romeros y devotos que la aclamaban y aplaudían. Comenzaba así la procesión por el llano de la aldea que abrían los jinetes. Las banderas y estandarte eran portados por romeras. Antonio Recuerda y Enrique López con su habitual burro cargado de claveles lanzaban flores a la Virgen delante del paso. Alrededor del trono sus hijos, el pueblo de Porcuna, que acompañaba a su Señora a través de la aldea. En el Humilladero, caballos y jinetes saludaban a la Madre de Dios y se vivían momentos emocionantes. En el camino los coros romeros locales Alegría del Llano y el de la Hermandad de la Virgen, dedicaban sus sentidas coplas a la Reina de la Campiña. Con emoción y lágrimas la viuda e hija de Eligio, santero perpetuo de la Virgen, entregaban sus ramos de flores a la Virgen desde su terraza, y una cortina de pétalos desde los balcones de algunas casas cubría la imagen en los últimos metros de su recorrido. Pasadas las una de la tarde, la Patrona de Porcuna entraba en su ermita. Dentro del abarrotado templo, al son de las palpitantes notas musicales de la banda de cornetas, se revivían los instantes más conmovedores e impresionantes de la procesión. Con incesantes aplausos y vítores, y al grito de “guapa” y “bonita”, los presentes despedían a su Madre, mientras las perseverantes anderas la subían, bajaban, giraban y bailaban, poniendo la “piel de gallina” hasta los más indiferentes.
Con estas muestras de amor, cariño y devoción de los porcunenses hacia su Patrona concluyen los actos programados por la Cofradía para la Romería de Alharilla de este año, aunque todavía queda la mini romería de agosto para rendir pleitesía a la Virgen de Alharilla.
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