Luis Salas expone por primera vez su obra escultórica en Porcuna
Sentimientos y emociones. Esto es lo que reflejan las figuras del artista porcunense Luis Salas Delgado en su primera muestra, organizada por la Parroquia Ntra. Sra. de la Asunción y la Agrupación de Cofradías de Porcuna.
Esta exposición de esculturas sobre imaginería religiosa de Semana Santa, que podrá contemplarse hasta el 9 de abril, fue inaugurada ayer domingo en la sala municipal de exposiciones del Paseo de Jesús con la asistencia de gran cantidad de personas y amigos del artista. Con olor a incienso y música cofrade en el ambiente, fue presentada por Soledad de la Torre Cabeza y Jesús Millán, presidenta de la Agrupación de Cofradías de Porcuna y Párroco de la localidad, respectivamente, destacando la importancia de que la cultura y el arte de un paisano pueda ser admirado por los vecinos del pueblo. Por su parte, Luis Salas dedicó la exposición “a las persona ausentes que hoy no pueden estar con nosotros”.
La muestra de estilo barroco la componen 18 figuras en barro, aunque dos son de su maestro Hernández León y una de su amigo Marco Humanes. Así mismo, otra de las obras es una magnífica restauración de un San Juan Bosco, que estaba arrumbado y en muy mal estado en el sótano de la parroquia de Porcuna. En la obra de Salas destaca la fuerte expresividad de los rostros de las figuras, que manifiestan sentimientos y emociones, tales como, bondad, soledad, pena o buena muerte. El conocimiento directo de las piezas religiosas de la iconografía sevillana y su relación con el mundo cofrade le han ayudado en el desarrollo artístico de su escultura, en el que indaga y estudia para buscar la expresión, el volumen y las masas.
Luis Salas es porcunense por los cuatro costados, aunque desde hace tiempo reside en Sevilla donde trabaja como librero. Es licenciado en geografía e historia y comenzó esta afición escultórica hace 3 años en el taller de su maestro en Sevilla como ayudante. Un año después realizó su primera figura. Y ahora, con su primera exposición en su pueblo natal, Luis se convierte en "profeta en su tierra".
3 comentarios
OTRO -
Luis Emilio Vallejo Delgado -
Con todo lo dicho, no habría obra sin la técnica, pero esta obra no valdría si detrás de ella no existiera el artísta, alguien que por voluntad de su destino decide crear. Este es el caso de Luis Salas Delgado, profundo poeta de la luz que resbala por las superficies, por la carne que sus imágenes logran trascender a través de la materia, que olvidada, queda reducida a nada, tal es la verdad que logran insuflar y comunicar a los demás; por otra parte cualidad artística nada común.
Me sorprende, con el temblor de la emoción de quien escribe esto, que yo precisamente...,yo, que he compartido mi niñez y juventud con él, como si de dos hermanos se tratara, yo que estoy desde los cinco años pegado a una caja de pinceles, que he vivido tanto su vida.../... me sorprende , digo, no saber hasta hace tan sólo tres años que Luis modelaba, que su yo era además ese otro \"yo\" del artísta que siempre había llevado dentro, callado, escondido, dispuesto a ser liberado por la fuerza del destino , ese al que algunos llaman \"Preciso Azar\".
Luis Emilio Vallejo Delgado. Doctor en Bellas Artes
Luis Emilio Vallejo Delgado -
... Se hizo la luz, y de la tierra nació un rio infinito y así el barro fue tomado por el ser de las cosas que lo miró largo rato y le dió forma y, de aquel ser caprichoso resultante, otros ojos que lo vieron se maravillaron pués de aquella materia retorcida y sucia había nacido la magia del mundo, la bondad y el arte...
Dominar las técnicas y procedimientos escultóricos suele suponer para el artísta un laborioso período de aprendizaje no exento de dificultades. La materia impone su dureza pétrea o su plasticidad a veces excesiva, de ahí que los procesos escultóricos coordinen distintos medios de proyectación y configuraciónn que la hagan finalmente un \"medio adecuado\" a las necesidades del fin propuesto.
El modelado en barro de pequeño formato a veces no necesita estructuras internas, la figura tras el modelado es cortada con el sedal por la mitad, es vaciada o ahuecada y unida nuevamente para dejarla secar a temperatura y humedad constante. Luego es el horno el que convierte una materia deleznable en otra dura, es decir es terracota. Aquí la obra puede aún no estar terminada pués si se quiere policromar tiene que recibir los óxidos de metal y ser metida de nuevo en el horno; o bien en frío ser pintada directamente al óleo, etc.