La cruz de la Ronda Marconi fue la ganadora del concurso

La celebración del Día de la Cruz arrancó la tarde-noche del sábado en la localidad con un total de siete cruces instaladas por asociaciones, peñas y colectivos vecinales y jóvenes en diferentes calles, plazas y rincones del casco urbano.
Como es tradicional, las instalaciones estaban presididas por una cruz, realizada de forma artesanal, con flores de papel (la de la calle Colón), con carrizos (Cruz de la Monja), con galletas y caramelos (Residencia de Ancianos), con tizas (Centro Cultural), con balones de baloncesto (la del polideportivo), con azulejos (plaza de San Juan) y con teselas (Ronda Marconi). La cruces, situadas en la parte central de un escenario que se decora con antigüedades, aperos de labranza en desuso, macetas, mantones y otros adornos folclóricos y objetos de cobre y cerámica, contaban la mayoría de ellas con una barra con el fin de recaudar fondos y para que el visitante disfrute de la creación, así como de la música y el baile con que se ameniza la fiesta. Algunas de estas barras ya abrieron la noche del viernes. La cruz ubicada por los vecinos en la Ronda Marconi, que formaba un mosaico construido por 2210 teselas de azulejos, fue a la postre la ganadora tanto del primer premio como del premio al entorno, del concurso que organiza la Concejalía de Cultura.