Encuentran muerto un búho real electrocutado en los Cepillares
Uno de los principales problemas de las aves. Este fin de semana un vecino de la localidad ha localizado un ejemplar de búho real muerto, colgado en una torreta eléctrica de alta tensión, en el paraje Cepillares y cerca del camino de Pantagrama, en el término municipal de Porcuna, a unos 3 km. del casco urbano. Por su aspecto y por su plumaje intacto debe de llevar pocos días allí colgadO. El búho murió tras recibir una descarga en su cuerpo después de posarse en los cables del tendido eléctrico.
Comunicado el hallazgo a la delegación provincial de Medio Ambiente, ayer lunes, se personó en el lugar un técnico medioambiental para tomar nota del suceso y hacer el oportuno informe. En la inspección ocular también se encontró, en la misma base de la torreta eléctrica, bastantes restos de grandes aves en avanzado estado de descomposición, distinguiéndose al menos los de dos águilas, un cernícalo y tres cuervos, por lo que se deduce que este tendido eléctrico es utilizado frecuentemente como posadero por estos pájaros para otear a sus piezas de caza, siendo un punto negro de mortandad para las mismas. Efectivamente, la torreta, de tipo cruceta, que ha causado este accidente, es la única de la zona que tiene el defecto de terminar en cuadrado en su cúspide (el resto terminan en un triángulo pequeño) con amplio espacio por lo que invita a las aves a posarse allí, convirtiéndose en una trampa mortal. Visto el peligro real para estos animales, Medioambiente contactará de inmediato con Sevillana-Endesa para que corrijan las deficiencias o quiten esta torreta, así como para cortar el fluido eléctrico del tendido y poder bajar al búho.
De este modo, la instalación eléctrica en cuestión es uno de los cientos de apoyos peligrosos de la avifauna de nuestros campos, que todavía esperan una adecuación o corrección urgente para frenar la pérdida de nuevos ejemplares de estas y otras rapaces amenazadas y, así, asegurar su supervivencia.
El dato.- El paraje de los Cepillares, junto con el de la Huerta del Comendador y el Tiñoso están recorridos por cerros, lindones, arroyuelos, cañadas y callejones. Son unos de los pocos parajes del municipio en el que quedan vestigios de matorral mediterráneo, donde destacan chaparros, encinas, coscojas, hinojos y esparragueras, entre otra plantas. En esta cobertura natural, unida a la del olivo, se refugian cantidad de aves, reptiles y mamíferos, sobre todo conejos, base de sustento de muchos depredadores de la campiña, entre los que se encuentra el búho real.
Comunicado el hallazgo a la delegación provincial de Medio Ambiente, ayer lunes, se personó en el lugar un técnico medioambiental para tomar nota del suceso y hacer el oportuno informe. En la inspección ocular también se encontró, en la misma base de la torreta eléctrica, bastantes restos de grandes aves en avanzado estado de descomposición, distinguiéndose al menos los de dos águilas, un cernícalo y tres cuervos, por lo que se deduce que este tendido eléctrico es utilizado frecuentemente como posadero por estos pájaros para otear a sus piezas de caza, siendo un punto negro de mortandad para las mismas. Efectivamente, la torreta, de tipo cruceta, que ha causado este accidente, es la única de la zona que tiene el defecto de terminar en cuadrado en su cúspide (el resto terminan en un triángulo pequeño) con amplio espacio por lo que invita a las aves a posarse allí, convirtiéndose en una trampa mortal. Visto el peligro real para estos animales, Medioambiente contactará de inmediato con Sevillana-Endesa para que corrijan las deficiencias o quiten esta torreta, así como para cortar el fluido eléctrico del tendido y poder bajar al búho.
De este modo, la instalación eléctrica en cuestión es uno de los cientos de apoyos peligrosos de la avifauna de nuestros campos, que todavía esperan una adecuación o corrección urgente para frenar la pérdida de nuevos ejemplares de estas y otras rapaces amenazadas y, así, asegurar su supervivencia.
El dato.- El paraje de los Cepillares, junto con el de la Huerta del Comendador y el Tiñoso están recorridos por cerros, lindones, arroyuelos, cañadas y callejones. Son unos de los pocos parajes del municipio en el que quedan vestigios de matorral mediterráneo, donde destacan chaparros, encinas, coscojas, hinojos y esparragueras, entre otra plantas. En esta cobertura natural, unida a la del olivo, se refugian cantidad de aves, reptiles y mamíferos, sobre todo conejos, base de sustento de muchos depredadores de la campiña, entre los que se encuentra el búho real.
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