Dolor y silencio en el último adiós a Manuel Sánchez
La localidad se paraliza con motivo del multitudinario entierro. Consternación, dolor, tristeza y conmoción en el sepelio de Manuel Sánchez Guirado, que falleció el pasado miércoles, 22 de junio, en un accidente laboral a causa de una explosión en una de las casetas de su pirotecnia en Porcuna. Sobre las una y media de la tarde de ayer, las campanas fúnebres de la parroquia anunciaban la llegada desde Jaén de los restos mortales de Manuel a su domicilio. A las cinco, todo el pueblo se congregó en la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción para despedir y dar el último adiós a su querido paisano. El féretro partió a hombros de sus amigos y conocidos desde el domicilio familiar, cercano al Paseo de Jesús, hasta la iglesia. La misa de corpore in sepulto fue celebrada por el párroco de la localidad. Cuatro horas y media escasas han podido ser velado los restos mortales de Manuel por su familia, aunque el pueblo ha mostrado las condolencias a la familia desde que se produjo el fatal suceso.
Al finalizar la misa, se volvió a dar el pésame como es costumbre, viviéndose momentos de gran emotividad, donde han aflorado sentimientos de dolor, rabia, impotencia y desesperación en la familia. El ataúd fue conducido hasta el cementerio municipal por una multitudinaria comitiva, donde recibió sepultura.
De esta manera, el pueblo entero homenajeó a uno de sus más queridos vecinos y acompañó a la familia en estos tristes momentos para darle el último adiós. Deja mujer y tres hijos, a su familia desolada, y a su pueblo conmocionado por tan inexorable pérdida.
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