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La crisis de Fedeoliva

Extraído de Diario Jaén 26/05/05

Aventura oleícola de amargo final

Economía.- La crisis de la cooperativa de segundo grado Fedeoliva
Fue un intento de llegar por méritos propios al mensaje que ahora lanzan las administraciones: promocionar y abrir camino de forma privada y unificada para vender el aceite de oliva en el mercado internacional.

Paula Peláez / Jaén
La aventura empresarial de la cooperativa de segundo grado Fedeoliva parece escribir ahora uno de sus puntos y aparte, cuando no finales, más amargos del sector en los últimos tiempos. El presidente de la entidad, Santiago Abril, ha anunciado el cierre del buque insignia de la entidad, la planta envasadora de Guarromán, el próximo martes, 31 de mayo. Abril asegura que la factoría, que ha vivido épocas de actividad a pleno rendimiento, —con más de una veintena de millones de kilos de aceite de producción de la cooperativa—, clausura sus puertas por falta de carga de trabajo. En los últimos meses apenas se han gestionado algunos cientos de litros para envasar. La explicación: las deudas que acumula la empresa y que deben repercutir en las cooperativas asociadas han hecho que muchos productores no hayan llevado su aceite allí esta campaña.
Sobre la factoría, al igual que sobre las instalaciones y oficinas que Fedeoliva posee en la capital (su sede en las inmediaciones de la Plaza Coca de la Piñera y una oficina en un pasaje frente a la Diputación), pesan varias hipotecas. La nefasta gestión de la comercialización de la producción realizada en los últimos años ha llevado a la cooperativa de segundo grado a sumar una deuda en pagarés y pólizas solicitados a los bancos, para poder liquidar aceite a los productores que tiene asociados, por más de 37 millones de euros. Santiago Abril asevera, además, que las hipotecas que pesan sobre los inmuebles pueden elevar la deuda final hasta los 42 ó 43 millones de euros con casi total probabilidad. Abril se ha hecho cargo de la presidencia tras la presentación y aceptación de una renuncia, el pasado mes de febrero, del que fuera el responsable de la entidad, Manuel Villar. Fedeoliva está integrada por unas 70 cooperativas, pero son unas quince, de puntos como Porcuna, Navas de San Juan, Torres, Montizón, Guarromán, Arjona y Marmolejo, entre otras localidades, las que se han visto afectadas por esta situación. La empresa acomete ahora, de la mano de un equipo de consultores y abogados, una auditoría de todos los fondos de la cooperativa de segundo grado y las operaciones realizadas desde el año 1999.
A comienzos de 2005, se hicieron públicas las protestas de productores de distintas cooperativas de la provincia jiennense asociadas a Fedeoliva que denunciaban que el producto cedido para la comercialización no se les había abonado. La Dirección de la entidad pidió paciencia y abonó los pagos adquiriendo deudas con los bancos. Aseguraba que un retraso en la operación comercial en Estados Unidos, uno de los puntos donde parecía que se abría mercado con éxito, era la causa que explicaba los desajustes en los pagos.

Conflicto por “Tosca”, el nombre con que fedeoliva vendía en norteamérica. Proceso judicial abierto en Estados Unidos por la propiedad de las marcas
La Dirección de Fedeoliva tiene otro litigio abierto allende los mares. Al parecer, según destacan los responsables de esta entidad, se ha contratado a un bufete de abogados madrileño, que se encarga de asuntos de corte internacional, para que intente esclarecer el destino del aceite envasado y transportado hasta Estados Unidos a una oficina comercial abierta en Jersey, cuyo titular podría haber mejorado notablemente su patrimonio en los últimos años.
La cooperativa de segundo grado cuestiona la gestión realizada por el gerente de la entidad nombrado hace unos tres años, cuando comenzó la incursión comercial norteamericana.
Sólo en este flanco, Fedeoliva puede haber perdido más de 14 millones de euros, las deudas que, en un primer momento, salieron a la luz. La entidad pone de manifiesto que, además, el proceso judicial abierto trata de esclarecer que la propiedad de la marca “Tosca”, el nombre con el que Fedeoliva ha vendido en este país, es de la cooperativa, que entregaba producción para este fin de sus 15 empresas más señeras, las que ahora se ven en apuros. Del mismo modo que en Estados Unidos Fedeoliva encontró esta “piedra” en el camino, hay que destacar las buenas perspectivas que parecían provenir de las oficinas internacionales que la empresa puso en marcha. Es el caso de Latinoamérica, con Perú, Bolivia, Chile y Uruguay como puntos principales. En Europa, comenzó la comercialización en Francia, Holanda, Bélgica, Alemania e Italia. Además, había puesto sus esperanzas en los mercados asiáticos tras su entrada en el americano.

La historia de Fedeoliva es uno de los pocos ejemplos jiennenses de intento de unidad para vender
Veinte años de intachable lucha por la comercialización
Con ganas y con mucho más patrimonio agrícola. Así comenzó la aventura de Fedeoliva, hace ya más de 20 años. En su página web se detallan algunos de los hitos de este negocio que nació de la idea de un pequeño grupo de agricultores cooperativistas de Jaén allá por los años 80. Ellos fueron los que tomaron la iniciativa y propiciaron la creación de Fedeoliva, una cooperativa de segundo grado de la que llegaron a formar parte otras ochenta de menor dimensión. De ellas, quince cooperativas, las que ahora se encuentran en situación delicada desde el punto de vista económico, se constituyeron en comercializadora, un intento que, a finales de los 80, ya ponían en marcha otras entidades, como Olivar de Segura y la última gran unión oleícola andaluza del sector que agrupa el criterio de empresa con el de producción en aras de evitar la atomización oleícola en el mercado: Hojiblanca.
Los motivos de esta unión de cooperativas se exponen en la historia de Fedeoliva: “Preservar nuestro producto y llevar nuestro aceite directamente, y en las mejores condiciones de calidad, del productor hasta el consumidor”. Los años dorados de la entidad, desde finales de los 90, agruparon a 6.769 productores asociados, más de 2,5 millones de árboles cultivados en un espacio total de 25.400 hectáreas de la provincia de Jaén, el grueso de ellas de aceite de la variedad picual, que consiguió venderse el pasado año en su totalidad con más de 25 millones de kilos de producto. El principal hito, que se ha convertido, además, en el principal escollo para la salida adelante de la empresa, fue la entrada a comercializar aceite en Estados Unidos. Su marca “Tosca” se convirtió en la quinta que más se adquirió en Estados Unidos y una de las primeras de Nueva York, desbancando así de su supremacía a los italianos de Bertolli, la marca de referencia en aceite de oliva para los norteamericanos.
Tras una alianza con una cadena de distribución y una campaña publicitaria se logró la venta de dos millones de litros de aceite, una cantidad de la que una parte de su valor se intenta recuperar en la actualidad.

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Extraído de Ideal Digital 27/05/05

Fedeoliva escenificará su grave crisis colapsando Jaén con una manifestación

La auditoría a Expafe revela que no se cerraron ejercicios contables, que no se formalizaron cuentas anuales y que no existía control sobre el pago de facturas
JORGE PASTOR/JAÉN

IRREGULARIDADES
Partidas sin justificar: Según un informe elaborado por los abogados de las cooperativas, Expafe enviaba cantidades en metálico a las delegaciones en concepto de pago de mercancías y gastos, aunque posteriormente constaban en los registros contables como saldo pendiente de cobro en las filiales.
Metodología: El criterio de contabilización de Expafe en los ejercicios de 2000, 2001 y 2002 consistió en registrar las ventas según los importes cobrados.


Se confirma: Fedeoliva es el gran fiasco de la comercialización de aceite de oliva desde Jaén. La auditoría realizada a Exportaciones Aceiteras Fedeoliva (Expafe), a la que ha tenido acceso este periódico, revela irregularidades contables que, posiblemente, deberán ser aclaradas en los tribunales de justicia. La deuda de la sociedad, y a la que deberán hacer frente los 7.000 productores de las quince cooperativas implicadas, alcanza finalmente los 44 millones de euros si sumamos también el valor de las hipotecas sobre bienes inmuebles de la compañía (las primeras estimaciones eran de 37,5). Y es que conforme pasan los días y evolucionan los acontecimientos la bola de nieve se va haciendo más grande y comienzan a conocerse más detalles de lo que parece una gestión poco afortunada.

La masa social, indignada por tener que responder ante los acreedores con su patrimonio, no está dispuesta a quedarse cruzada de brazos y ya ha convocado una manifestación que puede colapsar la capital jienense el miércoles de la semana que viene. No es ninguna broma. Se iniciará a las 10,00 horas en la plaza Jaén por la Paz y el itinerario contempla subir todo el Paseo de la Estación, llegar hasta las Palmeras para, posteriormente, tomar el sentido descendente por Virgen de la Capilla y finalizar en plena Avenida de Madrid, enfrente de la Delegación de Agricultura. Es decir, ocuparán los viales que soportan habitualmente mayores densidades circulatorias. Con esta medida, adoptada por consenso generalizado y de la que ayer no tenía conocimiento exacto ni el propio presidente de Fedeoliva, Santiago Abril, el colectivo de damnificados quiere pedir a la Junta de Andalucía que se implique en la solución de un problema que ha supuesto un duro varapalo para localidades como Porcuna, Arjona, La Higuera, Marmolejo, Torres, Guarromán, Navas de San Juan, Montizón, Beas de Segura o Aldeaquemada. De hecho el 1 de junio se espera una afluencia masiva de vecinos de estos pueblos, cuya economía depende al ciento por ciento de los ingresos del olivar.

Del documento de fiscalización elaborado por Ernst and Young sobre Expafe se desprende que los estados financieros aportados como documentación en el período comprendido entre 2000 y 2004 nunca fueron firmados por nadie (a excepción del de 2003) por lo que ningún ejercicio puede considerarse formulado. Tampoco se han facilitado las actas de las reuniones de Expafe, alegando que estos asuntos eran tratados en el contexto de las asambleas de Fedeoliva, por lo que las referencias a la aprobación de las cuentas se hallan en algunos de los puntos de los órdenes del día pero sin explicitar importes.

¿Almacenes o empresas?

También surgen dudas respecto a la forma de suministrar a las filiales en América. Las mercancías enviadas eran consideradas como un traspaso entre almacenes para evitar el pago del impuesto de sociedades. Pero en realidad las delegaciones no eran meros depósitos, sino sociedades mercantiles con personalidad jurídica independiente y con las que no existía ningún contrato de distribución. Esta situación se normalizó mediante el registro de las entregas como ventas. A pesar de ello hay partidas de cientos de miles de litros transportadas a Fedeoliva USA que no están justificadas. Se han detectado desajustes entre lo que proporcionó Expafe y lo negociado por Fedeoliva USA. También se ha demostrado que Expafe tarifaba el género por debajo de los precios de compra a Fedeoliva Jaén sin tener en cuenta determinados costes que se daban en norteamérica.

Otro de los aspectos más controvertidos, y que más polémica está originando, es el aparente descuido en la asignación de los cobros, lo que hace muy difícil saber de forma precisa cuántas facturas no han sido satisfechas o están parcialmente impagadas. Este déficit documental ha levantado también suspicacias en el ámbito político. El Partido Popular, en voz de su presidente provincial, José Enrique Fernández de Moya, ha pedido explicaciones a la administración autonómica sobre la concesión de ayudas públicas a una empresa con poco control interno.

2 comentarios

pepita -

hay algún artículo más en el país manolito a ver si lo pones también

Anónimo -