Las cofradías de Nuestro Padre Jesús Nazareno y San Juan de la Palma y Verónica, hacen su estación de penitencia el Viernes Santo por la mañana
Con la mañana grisácea, el Viernes Santo comenzó bien temprano con la salida de las cofradías de Nuestro Padre Jesús Nazareno, San Juan de la Palma y Verónica, desde la Iglesia de Jesús.
En la cabeza del desfile, San Juan y Verónica, portados por sus costaleras y costaleros respectivamente, y resguardados por su nazarenos con báculo de madera con insignia, túnica blanca, capa, caperuz y cíngulo azul. El acompañamiento musical corría a cargo de la Banda de Cornetas y Tambores "Virgen de las Angustias" de Porcuna y la Banda de La Estrella de Jaén. A continuación, la venerada imagen de Nuestro Padre Jesús con sus nazarenos de color granate, cordones y escudos dorados. Los sones musicales del regio paso, mecido pausadamente por sus hermanos anderos, los ponía la Banda de Música "Ciudad de Porcuna". A la altura del Círculo Artístico y Cultural, Paco de la Rosa brindaba al Nazareno una sufrida saeta.
En la farola de la Carrera de Jesús se vivió el momento destacado del paso procesional. El encuentro, en el que la Verónica limpia el rostro ensangrentado de Jesús en la subida al Calvario. Numeroso público aplaudía fervorosamente el encuentro llevado acabo magistralmente por los capataces del ambos tronos. Después, el cortejo colorista siguió su largo itinerario por las calles del pueblo hasta terminar de nuevo en la ermita de Jesús, pasadas las dos y media de la tarde.
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