Homenaje al cumplir cincuenta años dedicados al sacerdocio
Consideración a un paisano y amigo. El sacerdote Rafael García Gutiérrez, natural de Porcuna, fue homenajeado por sus amigas el pasado miércoles, día 31 de agosto, al cumplir los 50 años de sacerdocio, cuando cantó su primera misa. Este cura, querido y amigo de todos los vecinos del pueblo, ha dedicado casi toda su vida al ministerio eclesial y bien merecía este reconocimiento por su labor y la gratitud de los más allegados, comenta Mercedes Santiago y María del Carmen Cañete, promotoras de esta deferencia de respeto y afecto hacia su amigo, aunque ellas hubieran preferido un homenaje oficial y religioso de las instituciones eclesiales. Más de 25 amigas y feligresas, asiduas a sus misas y sermones, así como un sobrino y familia se reunieron con el sacerdote en uno de los salones del restaurante El Triunfo de la localidad para expresarle su amistad, cariño, simpatía y aprecio. Contentas de tenerle en Porcuna, Don Rafael, así comenzaba un emotivo y afectuoso discurso a cargo de Celia Millán, una de las presentes, cuando el clérigo recibió una placa de recuerdo de este inolvidable día. Don Rafael, emocionado y con lágrimas en los ojos, respondió a dura penas a este agradecimiento hacia su persona diciendo que sabía que tenía buenas amistades, pero no tantas como para recibir este enorme elogio.Rafael García, nació en Porcuna el 27 de marzo de 1929, ordenándose sacerdote el 26 de junio de 1955 en Jaén. Ejerció de clérigo primero en Marmolejo, Villanueva del Arzobispo y otra vez en Marmolejo. Fue capellán militar en Málaga, Granada, Las Palmas de Gran Caria y Santa Cruz de Tenerife. Volvió otra vez de sacerdote a Bailén, desde donde se desplazaba los domingos a Montizón para oficiar la misa, y Villardompardo. Llega a Porcuna en 1980, de donde ya no se moverá. Se jubila en 1994, pero sigue ejerciendo el sacerdocio hasta nuestros días en la iglesia de Jesús de la localidad ayudando al actual párroco.
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